Cafe Inmigrante

Un lugar muy hogareño y lleno de recuerdos para el disfrute de gente que le gusta las cosas antiguas.

Muy bueno, rico chocolate caliente y helados, linda decoración, pero la carta es repetitiva, mucha supuesta variedad que no es tan variada, la carta es muy larga.

Muy ricas sus onces, lo único de malo esk es muy chico, se llena y hay que estar esperando afuera a qué se desocupe un lugar.

Lenta la atención, los espacios son muy reducidos el chocolate caliente es bueno aunque la torta me epalago mucho, el sándwich es pequeño y bastante elevado el valor de los productos en general

No me gustó, me pararon en la puerta preguntando si me habían cobrado menos. Una falta de respeto enorme, no lo recomiendo para nada, además el producto que venden se puede encontrar en cualquier otro lugar y con mejor atención.

Exquisito lugar para tomar once. Cuenta con amplia tradición de tortas, pasteles y sándwiches. Variedades de chocolate caliente, té o café. Poca variedad vegetariana, sin carta vegan.

Buena comida, buen lugar, mala atención. El strudel lo hacen con mucho alcohol y no dan aviso previo a pesar de tener niños en la mesa.

Un grato lugar con una historia que contar de los orígenes de la cafetería y cómo contribuye a preservar la historia de punta arenas.

Contundente, delicioso, mejor lugar para quedar satisfecho y pasar el ratito, ya que es un lugar tranquilo, excelente atención

No me gustó nada, sin opciones Veganas o libres de gluten, y al momento de pedir un latte con leche de soya (que al parecer es lo único que tienen) la mesera dijo que no había. Mi padre se pidió un sandwich de carne y comentó que carne casi no tenía. Además es caro.

Excelente lugar. Muy grato ambiente, porciones groseras de las más ricas tortas del sector. Precios razonables a las porciones y a la calidad de la atención y la comida.

Pésima experiencia, no nos anotaron el pedido que va a la cocina, por lo cual no llegó nunca, después nos dijeron que no tenían un ingrediente de lo que pedimos, además después se enojaron porque nos íbamos y por último está bien que sea un lugar turístico pero no pueden pedir casi 10 mil pesos por un sándwich, como 15 dólares, muy caro y no vale la pena.

Vinimos a este lugar por recomendación, y salimos disgustados. Al parecer siempre está lleno y hay que esperar pero el personal no te dice cómo esperar y eso genera desorden e incertidumbre.
Luego, nos dijeron que entráramos pero la garzona no nos entregó la mesa, sino que nos tuvimos que sentar donde consiguiéramos.
Nos dieron las cartas y mi sorpresa fue que TODOS los precios eran no altos, sino abusivos! Las tortas, que cada trozo costaba 4800 CLP, eran lo más barato (además del agua cachantún de botella a 2400 CLP!) Un café 4600, un chocolate caliente 5000, unas galletas 4600, un sandwich 8000. Y no, no eran tazones gigantes. Dudamos en decidir, queríamos una sinfonía que según traía 4 trozos de torta del día por 15.800 CLP y la garzona nos dice que los trozos son la mitad de un trozo normal. O sea salía más barato pedir los 4 trozos de torta.
Al final pedimos 2 trozos y un agua porque entre la cara de apuro de los garzones me puso de malas.
El servicio fue regular, sin sonrisas, solo un garzón, que tenía el cabello en una media cola, fue el que sonrió.
Trabajo en la industria del servicio y sé lo necesarias que son las sonrisas para los clientes. No siempre tenemos un buen día pero jamás debe traspasársele esa carga al cliente.
Si van tener las agallas de a cobrar 5 veces más por una botella de agua cachantún, tengan las mismas agallas de ofrecer un servicio 5 veces mejor.

Gran variedad de cafés chocolates, sándwiches y tortas, todos espectaculares, un poco elevados los precios pero vale la pena

Increíblemente acogedor. Los mejores sándwich que hemos probado. El servicio encantador. La historía del lugar y la familia son muy interesantes y reflejan muy bien la colonización de la zona.

Un maravilloso lugar de mucha tradición familiar que se encuentra ubicado un poco lejos del Centro de Punta Arenas. Disfruté un rico sandwich de salmón con té, ya que no vendían cerveza.

Siempre es un placer volver. No solo por el ambiente, sino por los productos frescos y ricos, pero además el servicio es maravilloso, se nota un trabajo en equipo, y se demuestra en los momentos que uno vive al ir, cada vez. Creo entender, porque ni el lugar, ni las personas, ni los productos cambian.

Hermoso lugar. Recomiendo la once inmigrante. Es bastante abundante. Incluye café, té o chocolate caliente, torta, galletas y otras delicias. Muy buen lugar para ir con amigos

Probamos la torta mixta y un sandwich de mechada. Exquisito, contundente. La atención muy amable y ágil
Un imperdible de punta arenas, definitivamente.

Café Inmigrante es una de las denominadas instituciones que recomiendan los puntarenenses. No obstante, falla en comida y dependencias.

He ido en dos ocasiones y la carta es una ruleta, pues no existe consistencia en tortas y sandwich. El punto de cocción y sequedad de la mechada, sugiere que ha sido recalentada en horno probablemente. Pedimos dos porciones de torta y terminamos comiendo de solo una, pues la otra era solo azúcar y hojaldre añejo. Por ello, los precios se sienten elevadísimos.

Sin embargo, lo peor son las instalaciones. No es agradable reservar una mesa para visitas familiares y pasar toda la once rodeado de gente que espera en pie por una mesa, obviamente disgustada. Asimismo, no me queda claro si el nombre del local deriva de su tradición croata, o por su personal centroamericano con caras largas hasta el suelo.